Aprende a construir sistemas financieros personalizados que funcionan para tu negocio o proyecto personal. Sin software complicado, solo herramientas que ya conoces.
Construye plantillas que crecen contigo. Empiezas con lo básico y vas añadiendo capas según necesites más control sobre tus números.
Transforma columnas de cifras en gráficos que realmente te dicen algo. Aprende cuándo usar cada tipo y qué historias cuentan tus datos.
Deja que las fórmulas hagan el trabajo pesado. Una vez configuradas correctamente, solo introduces datos y todo se actualiza solo.
No se trata de memorizar funciones. Se trata de entender cómo encajan las piezas para que puedas tomar mejores decisiones con tu dinero.
Muchas personas llegan con archivos sueltos, facturas sin categorizar y esa sensación de no saber realmente dónde está su dinero. Gastos que aparecen de sorpresa a final de mes.
El problema no es la falta de información. Es que está por todas partes y sin conexión entre sí. Y cada vez que intentas hacer un resumen, pasas horas buscando números en distintos sitios.
El programa comienza en septiembre de 2025. Las inscripciones se abren en julio. Trabajamos con grupos pequeños para asegurar atención personalizada.
"Al principio pensaba que necesitaba un software caro. Resulta que solo necesitaba entender mejor las herramientas que ya tenía. Ahora veo mis finanzas como un sistema, no como un montón de hojas sueltas."
Jordi Vilardell
Participante del programa 2024
No hay atajos mágicos. Pero sí hay una manera ordenada de construir tu sistema financiero, paso a paso, sin sobrecargarte.
Empiezas definiendo las categorías que realmente importan en tu contexto. No copias plantillas genéricas, construyes algo que refleja tu realidad financiera.
Aprendes a vincular información de diferentes hojas. Una modificación en un sitio se refleja automáticamente donde corresponde. Así reduces errores y ahorras tiempo.
Te mostramos cómo interpretar tendencias y detectar patrones en tus gastos e ingresos. No solo números, sino historias que te ayudan a planificar mejor.
El mejor sistema es el que usas. Diseñas rutinas de actualización que no te quitan más de 15 minutos semanales. Porque la gestión financiera debe ser útil, no agobiante.